Detalles: No dejes que su prestigiosa carrera como actor te engañe, Caleb Landry Jones es un auténtico inconformista musical. Y en su próximo lanzamiento, Gadzooks Vol. 2, se sitúa en un linaje de artistas marginales, muchos de ellos con solo un fino hilo que los ata a esta realidad, capaces de adentrarse en los reinos cósmicos de la imaginación y traer de vuelta una obra maestra musical. Y aunque la mayoría de los artistas no guardan algo de la mejor música de su carrera para un álbum con 'Vol. 2' en el título, Jones es un artista para quien la cronología es una sustancia resbaladiza. El álbum se grabó con Nic Jodoin en los famosos Valentine Recording Studios simultáneamente con la mezcla de su álbum debut, The Mother Stone. El equipo invitó a un montón de músicos de gran impacto al estudio para contribuir a la magia. El álbum resultante suena un poco como elefantes rosas con sombreros de vaquero haciendo asmr... al menos durante los primeros 20 segundos antes de que cambie por completo sin problemas. Uno de los mayores dones musicales de Jones es su capacidad para abarcar un vasto paisaje energético y sonoro, con una amplia gama de instrumentación y estilos vocales sobre una estructura de canción completamente única, de una manera que se siente cohesiva y eufórica. Y aunque todos sus discos tienen una cualidad extática, Gadzooks Vol. 2 es quizás su colección más relajante y sublime hasta la fecha. Cada canción tiene al menos una docena de ganchos pegadizos, todos tan satisfactorios que sientes un profundo anhelo a medida que se desvanecen hasta que te das cuenta de que se están entrelazando en otro pico lleno de groove y que te hace mover los pies. Un continuo micro drop en una rueda de maravillas orgásmica.