Precursora clave de la nueva generación de westerns oscuros y melancólicos que ensombrecerían el folclore fronterizo estadounidense, esta subversiva saga psicológica anuncia el fin del mito del héroe forajido. En uno de sus papeles moralmente más complejos, Gregory Peck interpreta a Jimmy Ringo, un infame pistolero que busca dejar las armas y comenzar una nueva vida, pero cuya reputación lo arrastra inexorablemente a un ciclo de violencia y venganza del que no puede escapar. Dirigida con gran eficacia por el versátil director de cine de la época de los estudios, Henry King, y filmada con un impactante estilo de profundidad de campo por el maestro de la fotografía Arthur C. Miller, El Pistolero renuncia a la acción brusca en favor de una exploración elegíaca de la culpa y el arrepentimiento que llega al alma angustiada de la América de posguerra.