Detalles: Hay que ser uno para conocer a otro. Por eso, los bateristas de jazz siempre han estado dispuestos a sumarse a la fila para evaluar la influencia de Art Blakey, no solo en el campo de la percusión, sino también en la configuración de su género. Max Roach lo describió como «Un original, el único baterista cuya época reconozco de inmediato. Cuando lo conocí en la calle 52 en 1944, ya dominaba la polirritmia. Lo hacía antes que nadie». Thelonious Monk Jr. coincidió: «Cuando me convertí en baterista, aprendí a tocar el swing con Art Blakey. Lo que hacía con el hi-hat y su redoble se me quedó grabado en el alma. Tenía una forma de abordar la batería muy primitiva». Todo esto conmovió a Blakey, quien admitió que su objetivo era ser uno de los mejores bateristas del mundo, una ambición que sin duda logró.