Detalles: En su cuarto álbum, el aclamado compositor y artista visual Terry Allen reflexiona sobre el parentesco —las formas en que el sexo y la violencia unen y rompen los lazos familiares, religiosos y sociales— con una sátira mordaz y un afecto a partes iguales. Bloodlines recopila grabaciones temáticamente relacionadas, pero dispares, de diversas fuentes, tanto teatrales como históricas: dos canciones escritas para obras de teatro; dos repeticiones con banda completa de selecciones de Juárez; la irreverente balada de autoestopista en la carretera "Gimme a Ride to Heaven Boy" (con Joe Ely); y la conmovedora oda homónima a las arterias de la ascendencia y el paisaje (la grabación debut de Natalie Maines, de ocho años, posteriormente versionada por Lucinda Williams). Esta primera reedición en vinilo, remasterizada a partir de las cintas analógicas originales, incluye una funda desplegable y una funda interior con ilustraciones y fotos restauradas, nuevas y alternativas de Allen y amigos; un encarte con letras y notas originales; y un código de descarga de alta resolución. Ningún compositor veterano de música country suena más en sintonía con el ambiente nacional. Sus canciones aún se sienten como pequeñas guías para afrontar un universo hostil. - The Washington Post