Detalles: El cambio de milenio marcó el comienzo de una fase visionaria cumbre para el dúo esotérico inglés Coil. Trasladarse de la ciudad a la tranquilidad costera de Weston-super-Mare les dio la libertad de dedicarse a obsesiones aún más radicales, completamente desligados de la influencia de sus compañeros. En un solo periodo de seis meses en el año 2000, publicaron la sinuosa secuela de Music To Play In The Dark, la arcana cumbre de drones Queens Of The Circulating Library, y un malévolo exorcismo de sintetizador de una hora de duración, proféticamente titulado Constant Shallowness Leads To Evil. Este último trabajo sigue siendo una de las creaciones más miasmáticas y alucinantes del grupo, a la altura de Time Machines: una adivinación sostenida de ruido psicoactivo y estremecedor, ondulando con el mareo de un ojo que todo lo ve. Thighpaulsandra caracteriza el álbum como "un ejercicio de brutalidad", nacido de un punto débil de su unidad modular Serge que Peter "Sleazy" Christopherson encontró fascinante. Procesar este fragmento de electrónica hasta convertirlo en un laberinto devastado fue un proceso de ensayo y error, con la ayuda del sentido visual del sonido de Christopherson, que lo estira y manipula para lograr la máxima desorientación espacial. Las frecuencias se arrastran nauseabundamente por el campo estéreo, clavándose en el oído como un siniestro experimento de lavado de cerebro. Una pieza atípica y central es la saloma marina tribalista alienígena de 13 minutos, "I Am The Green Child", guiada por el verso libre cantado y hablado de John Balance sobre la venganza, el olvido y la locura, que culmina en el memorable estribillo "Estamos nadando en un mar de vómito occidental". Pero el resto del disco bulle en un caos instrumental desquiciado, dividido en 18 micromovimientos de una composición llamada "Tunnel Of Goats". Con la intención de alterar la funcionalidad del modo aleatorio de un reproductor de CD, la pieza palpita, se agita y se vuelve plana en frenesíes comprimidos de síntesis retorcida, en el umbral de un purgatorio sin fondo, prohibitivo y desconocido.