Detalles: Luca Yupanqui aún no había nacido cuando grabó su álbum debut. La música de este álbum, acertadamente titulado "Sonidos de los No Nacidos", es la expresión de la vida en su estado cósmico: premente, preespeculación, preinfluencia y prehumano. Es el primer álbum creado por una persona mientras aún estaba en el útero, la expresión de un alma que aún no ha visto la luz del día ni ha respirado. Es un mensaje que proviene de un reino diferente, una subcapa de nuestra existencia. Sounds of the Unborn se creó con tecnología MIDI biosónica, que tradujo los movimientos intrauterinos de Luca en sonido. Con la ayuda de sus padres, la bajista de Psychic Ills Elizabeth Hart y el colaborador de Lee Scratch Perry Iván Diaz Mathé, la esencia prenatal de Luca se capturó en audio. Diseñaron un ritual, una especie de meditación conjunta para los tres, con los dispositivos MIDI conectados al estómago de Elizabeth, transcribiendo sus vibraciones en los sintetizadores de Iván. Dejaron que las meditaciones libres fluyeran sin mucha interferencia, simplemente cayendo más profundamente en trance y sintiendo la unidad. Después de cinco sesiones de una hora, comenzó a surgir la forma de un álbum. Elizabeth e Iván luego editaron y mezclaron los resultados de las sesiones, respetando los sonidos tal como se producían, tratando de intervenir lo menos posible, permitiendo que el mensaje de Luca existiera en su forma cruda. Esta invocación cósmica del alma creó nuevos sonidos, adentrándose en territorio inexplorado para Elizabeth e Iván como músicos. Se estaba creando un nuevo lenguaje, una nueva forma de comunicación. Era una música sin intelecto ni intencionalidad, sin preconcepciones ni intentos de crear un sonido o melodía específicos. Cada nota en Sonidos de los No Nacidos surgía con naturalidad. Es natural preguntarse cómo es la vida dentro de la consciencia de otro ser humano. ¿Cómo se siente? ¿Cómo suena? Todas estas preguntas se intensificaron y cobraron mayor importancia para Elizabeth e Iván mientras esperaban la llegada de Luca. En cierto momento, las preguntas se transformaron en: ¿Qué diría si pudiera hablar? ¿Cómo reaccionaría al mundo exterior? Y, en última instancia, ¿qué tipo de música tocaría si pudiera hacerlo? Este álbum intenta responder a estas preguntas. Elizabeth e Iván mezclaron el álbum en 2020. Luca, ya un bebé, se sentó en el estudio con ellos mientras trabajaban. Su consciencia de lo que ocurría era asombrosa. Abría los ojos de par en par y miraba fijamente a sus padres, como si reconociera sus propios sonidos del útero, sabiendo que estaban revisitando esos rituales que los unieron. Esas sesiones de mezcla fueron técnicamente la primera vez que Luca escuchó su propia música, pero su reacción dejó claro que no era así: ya la había vivido.