Detalles: Edición limitada en vinilo coloreado. En 2006, la adaptación cinematográfica de Richard Linklater de la novela de ciencia ficción de Philip K. Dick, "A Scanner Darkly", fue recibida con recelo. Nadie le había hecho justicia al "maestro" (Blade Runner, Minority Report, Total Recall, The Adjustment Bureau tuvieron o han recibido críticas mixtas). Y las películas que intentaban evocar los efectos de las drogas fueron recibidas con desdén por los entendidos drogados. ¿Cómo se podía crear una historia de dependencia a la Sustancia D ("Muerte", para abreviar) con estrellas multimillonarias en el encuadre? Linklater tenía un plan: usar rotoscopia (un efecto a medio camino entre los bocetos de Kiki Picasso hechos realidad y los "ludes" de Disney). Las celebridades quedarían envueltas en misterio; de hecho, el traje de Keanu Reeves lo haría casi invisible por momentos, como un desastre murmurante balanceándose en el centro del escenario. ¿Un desperdicio de talento? ¿Un desperdicio de dinero?