Detalles: "He estado tocando desde que tenía 11 años", dice Charlie Gabriel, el miembro más veterano de la legendaria Preservation Hall Band, "Nunca hice nada en mi vida más que tocar música. He sido bendecido con ese don que Dios me dio y he tratado de cuidarlo lo mejor que he podido". Si bien ha enfrentado muchos desafíos cultivando ese don durante más de 78 años, ninguno se compara con el fallecimiento de su hermano y último hermano vivo, Leonard, el invierno pasado, a causa de la COVID-19. Por primera vez, Gabriel dejó de tocar el instrumento, llenando sus días y semanas de oscuras reflexiones, un abatimiento persistente que se interrumpía de vez en cuando con partidas de ajedrez regulares en la cocina del estudio del líder del Salón, Ben Jaffe, trabajando horas extra para iluminar a su amigo. Una de esas tardes también incluía a Joshua Starkman, sentado en un rincón tocando la guitarra y observando el ajedrez a distancia. Cuando Charlie regresó al día siguiente, trajo su saxofón. "Simplemente me inspiró a intentarlo, a tocar de nuevo. Había pasado mucho tiempo, y una guitarra me hace sentir libre. Me encanta el sonido del piano, pero ocupa mucho espacio, me mantiene un poco encasillado". Ese día iba a ser la primera sesión de Eighty Nine, obra casi en su totalidad de Gabriel, Jaffe y Starkman, grabada mayoritariamente allí mismo, en la cocina, por Matt Aguiluz. El primer concierto profesional de Charlie Gabriel data de 1943, reemplazando a su padre en la Eureka Brass Band de Nueva Orleans. De adolescente y residente en Detroit, Charlie tocó con Lionel Hampton, cuya banda entonces incluía al joven Charles Mingus, y posteriormente pasó nueve años con un grupo liderado por JC Heard, baterista de Cab Calloway. Si bien también lideró un quinteto de bebop y tocó y estuvo de gira con Ella Fitzgerald, Tony Bennett, Aretha Franklin y muchos más, esta es la primera vez que su nombre aparece en la portada de un disco como líder de banda. Desde 2006, Gabriel ha sido miembro de la Preservation Hall Jazz Band, participando de forma destacada en That's It, So It Is y Tuba to Cuba. Eighty Nine era diferente, y no solo por ser un conjunto más pequeño. "No teníamos un plan específico ni una idea clara de lo que íbamos a hacer. Pero disfrutábamos de lo que hacíamos, improvisando, conversando sobre música", dice Charlie, y añade: "Las conversaciones sobre música compensan las complicaciones". Eighty Nine incluye seis estándares y tres piezas más recientes de las que Gabriel es compositor: "Yellow Moon", "The Darker It Gets" y "I Get Jealous". El disco también marca el regreso de Charlie a su primer instrumento, el clarinete, en muchos de los temas. "El clarinete es la madre del saxofón", dice. "Empecé a tocar el clarinete muy joven, y esto me enseñó a tocar el saxofón". Finalmente, Eighty Nine incluye tres temas de Charlie cantando. "Siempre he cantado, pero no era mi fuerte ser cantante", dice. "La verdad es que la gente suele desarrollar una verdadera conexión con una canción en cuanto escucha la letra. A veces disfruto cantándolas".