Detalles: En su octavo volumen, Haydn2032 nos invita a un viaje musical por la ruta de los Balcanes. De toda la «Escuela Clásica Vienesa», Joseph Haydn es sin duda el compositor más cercano a la música folclórica, primero porque pasó sus primeros años en el campo y también porque, a diferencia de sus colegas que trabajaron en los centros urbanos de la monarquía de los Habsburgo, Haydn estuvo en contacto con croatas, romaníes y húngaros a lo largo de su vida. Estas influencias fueron omnipresentes en su música, para deleite del príncipe Nicolás I Esterházy y sus invitados, pero, según algunos, no fueron del agrado de muchos teóricos musicales en Alemania. Haydn tituló su Sinfonía n.º 63 en do mayor «La Roxolana», en honor a la famosa sultana del siglo XVI que se casó con Solimán el Magnífico tras haber sido su esclava. Como de costumbre, Giovanni Antonini, quien se reúne aquí con Il Giardino Armonico, yuxtapone la música de Haydn con la de otro compositor. La elección natural aquí fue Béla Bartók, representado por sus Danzas Folclóricas Rumanas, compuestas en 1917.