Detalles: La compositora, artista y productora de la costa oeste, Kaitlyn Aurelia Smith, ha forjado una carrera pionera con múltiples álbumes aclamados por la crítica desde 2015. Tras el lanzamiento de The Kid en 2017, Smith enfocó su energía en diversas direcciones. Fundó Touchtheplants, un entorno creativo multidisciplinario para proyectos que incluyen los primeros volúmenes de su Serie Electrónica instrumental y poemarios de bolsillo sobre la práctica de la escucha interior. Ha continuado explorando las infinitas posibilidades de los instrumentos electrónicos, así como las formas, movimientos y expresiones que se encuentran en la relación del cuerpo físico con el sonido y el color. Es este interés vital el que conforma las frecuencias fundamentales de su último álbum, The Mosaic of Transformation, un viaje brillante y sensorial a través de fenómenos ondulatorios sin límites y el poder radiante que se descubre en uno mismo. "Creo que, en una frase, este álbum es mi expresión de amor y aprecio por la electricidad", dice Smith. Mientras escribía y grababa, se dedicó a la práctica diaria del movimiento físico, transmitiendo electricidad a través de su cuerpo y convirtiéndola en movimiento, algo que refleja su práctica de audio, que envía corrientes a través de sintetizadores modulares y al aire a través de altavoces. Sin ser una bailarina según la definición tradicional, aprendió por sí misma el movimiento improvisado, desarrollando flexibilidad, fuerza e inesperadamente, lo que Smith llama "un lenguaje visual" que surge del cuerpo humano y está compuesto de formas vibratorias. Entendido como cimática, como ella misma lo define, "como una referencia de cómo se pueden visualizar las frecuencias", como un mosaico. Smith describe sus primeros encuentros con este mosaico: "La inspiración me llegó en una repentina burbuja de alegría. Iba acompañada de una multitud de formas que se movían fluidamente unas tras otras... Mi práctica del movimiento ha sido una transformación constante pieza a pieza. Hice este álbum de la misma manera. Cada día transformaba lo que hice ayer... en algo diferente. Este álbum ha pasado por unas doce versiones diferentes". Tal como ha llegado, en su estado final, El Mosaico de la Transformación es una manifestación holística de movimientos corporales. La característica curiosidad textural de Smith, que los fans han llegado a adorar, se transforma naturalmente en un estudio propioceptivo de la melodía y el timbre. El órgano y la voz, etéreos, se entrelazan con las burbujas armónicas generadas por Buchla. "The Steady Heart" cobra vida, salpicando ráfagas de órgano de madera entre sinuosas afirmaciones vocales. Como con un cuerpo, mover una parte requiere equilibrio y contrapeso; aquí, sutiles señales tonales nerviosas se disparan junto con arias en espiral para crear un núcleo hipnótico. Cuando el ritmo llega a la mitad, se logra un vals vertiginoso y nervioso, una sensación de estasis en movimiento, un estado de fluidez. En cuanto sincroniza, desaparece de nuevo en los reflujos de fuerza eléctrica. Otras pistas se adentran en terrenos físicos más reflexivos. "Carrying Gravity" se construye alrededor de pads con forma de cuerda que se expanden y contraen como un plexo solar, tensándose y luego aflojándose. A medida que la respiración interactúa y se concentra, de repente, el sistema nervioso se activa y delicados arpegios se desatan en cascada, como si tomáramos consciencia de la transmisión de energía que se produce entre los músculos y la mente. Si el disco pudiera resumirse en un solo movimiento, sería la suite final de 10 minutos, un collage arrebatador titulado "Expanding Electricity". Frases sinfónicas establecen la pieza antes de que oleadas de brillantes repiques eléctricos y vibráfonos sintetizados la enfoquen. Pronto, la voz de Smith lo fundamenta todo con un gancho vocal intuitivo, armonizado y aumentado por espirales concéntricas de sonidos similares a arpas y trompas. La música de Smith no captura una emoción específica, sino la alegría de poseer un cuerpo y la capacidad de, con devoción y un corazón firme y abierto, maniobrar ese vehículo en el espacio mediante la electricidad hasta alcanzar niveles eufóricos.