Detalles: Desde su creación en Melbourne, Australia, en 1981, Dead Can Dance se ha inspirado en las tradiciones folclóricas de toda Europa, no solo en cuanto a instrumentación, sino también en prácticas seculares, religiosas y espirituales. Su nuevo álbum tomó forma a medida que Brendan Perry se fascinaba por los festivales de primavera y cosecha, arraigados en las prácticas religiosas dionisíacas de toda Europa. Dionisio destaca los ritos y rituales que hoy en día siguen influenciados por el dios griego. Los siete movimientos del álbum, en forma de oratorio, representan diferentes facetas del mito de Dionisio y su culto. Al igual que en el resto del catálogo de Dead Can Dance, los ritmos inspirados en tradiciones mundiales desempeñan un papel fundamental, con temas que parecen menos canciones y más fragmentos de un todo cohesivo. Perry fusiona todos los elementos del álbum utilizando grabaciones de campo y cánticos, incluyendo a un pastor de cabras en Suiza, colmenas de Nueva Zelanda y cantos de pájaros de México y Brasil. Perry usa esto no sólo para invocar la atmósfera del álbum y las referencias simbólicas, sino también para demostrar cómo la música se puede encontrar en todas partes.