Detalles: El tan esperado redescubrimiento de Emilie Mayer le valió, naturalmente, el título casi universal de "Beethoven femenina", como la llamaban incluso sus contemporáneos. Por un lado, esto es un gran honor, pues Mayer es considerada la sinfonista más exitosa entre las compositoras del Romanticismo. Por ello, no se conformó con los géneros "domésticos" de lieder, obras para piano y música de cámara, que era todo lo que generalmente se permitía a sus colegas femeninas; al contrario, diseñó sinfonías de gran envergadura. Por otro lado, esta etiqueta demuestra que aún se piensa con especificidad de género, incluso si se ha logrado escapar de la mentalidad decimonónica que obstaculizó la carrera de Emilie Mayer. Incluso en 1878, el "Neue Berliner Musikzeitung" la describía como un "fenómeno excepcional" y una "excepción" a la regla de que la producción de obras orquestales era dominio exclusivo del intelecto creativo masculino. Para esa fecha, Emilie Mayer ya había presentado ocho sinfonías. Y en 1850, casi 30 años antes, un crítico había exclamado en el mismo periódico: «Hasta ahora, la mano femenina ha dominado el Lied como mucho (...). Lo que las facultades femeninas, facultades de segundo orden, pueden alcanzar, eso es lo que Emilie Mayer ha logrado y reproducido».