Detalles: Las canciones de esta colección, grabadas entre 1968 y 1970 en el apartamento de Ernie Hawkins en Pittsburgh, muestran al reverendo Gary Davis en un estado de ánimo relajado. Su interpretación es ligera y suelta por momentos, mientras recurre a su vasta memoria musical para extraer una tras otra de su "bolsa de trucos" (su término despreocupado para referirse a la guitarra). Grabadas con la Gibson J-200 del reverendo y una Martin D12-35 prestada, estas interpretaciones no fueron para el escenario ni para el estudio de grabación; más bien, nos muestran a Davis tocando reflexivamente para sí mismo y para Ernie, el oyente, testigo de la íntima camaradería musical grabada. Así, aunque no todas las notas están interpretadas a la perfección, Davis es perfecto, quien nos deslumbra con maravillosas incorporaciones a su cancionero e interpretaciones que se extienden de forma magistral: un "Blow, Gabriel" que crece en una ardiente exhortación durante doce minutos; una "Crucifixión" emocionalmente desgarradora de poco menos de veinte minutos sin desperdiciar ni una sola nota ni una sola palabra. Como indica el título, se trata de grabaciones raras e inéditas, de valor histórico y musical. Es raro que un artista nos vuelva a sorprender casi cincuenta años después de su muerte, pero Davis lo hace aquí. «Eso me sienta bien», canta con alegría en el tema inicial, y te garantizo que a ti también te encantará.