Detalles: Lanzamiento en 2017. Imagina un tren bala de alta velocidad en medio de un recorrido de 275 mph mientras de repente hace un giro brusco sin un solo segundo para frenar. Ese es el sonido de Suicide Silence. No es tanto el ruido de los famosos trenes Shinkansen de Japón lo que es análogo a la institución del heavy metal del sur de California, una banda que ha definido y desafiado las clasificaciones de subgéneros a lo largo de cinco álbumes increíbles e innumerables giras internacionales. No, lo que Suicide Silence tiene en común con el tren bala es la intensidad vertiginosa, la aceleración audaz y la eficiencia sensata. Al igual que los monumentales sets homónimos de pioneros como Metallica, Fleetwood Mac, Blur y los Beatles, este álbum de Suicide Silence es una audaz declaración de misión a la espera de una verdadera definición por parte de los fans. No se propusieron vender mil millones de álbumes ni cambiar la cultura musical del mundo, pero su quinto disco no es menos ambicioso y transformador para ellos en cuanto a creatividad desenfrenada, atmósfera densa y ritmo.