Detalles: Tras treinta y cinco años a la vanguardia del cambiante panorama musical de Nueva Orleans, el ganador del Grammy, Jon Cleary, decidió traer ese sonido de vuelta a casa, tanto en sentido figurado como literal. Reunió a su Absolute Monster Gentlemen (su aclamada big band estelar) en el estudio de su casa en el barrio de Bywater de Nueva Orleans, compuso una lista de canciones con algunas de sus canciones más queridas —y algunas nuevas favoritas— y grabó. "Nos propusimos capturar ese sonido a la antigua usanza: todos en la sala, tocando juntos", explica Cleary. El resultado es The Bywater Sessions, una proeza musical que exhibe la garra, el funk y la alegría que han llenado las salas de conciertos desde Nueva Orleans hasta Tokio y más allá. Coproducida por Cleary y John Porter (Roxy Music, The Smiths, Taj Mahal), es una impresionante colección de actuaciones que consolida el lugar de Cleary en la vanguardia musical de Nueva Orleans. "Hay mucho que decir sobre el sonido 'sencillo y directo' de un trío de piano, reducido a lo básico, simple y directo", dice Cleary. "Pero últimamente, he estado experimentando con diferentes combinaciones; añadiendo instrumentos de viento, guitarra, percusión e incluso otro teclista. Esta formación ampliada ha permitido que los arreglos florezcan en nuevas direcciones". En cuanto a los músicos, son lo mejor de lo mejor. Los veteranos Monster Gentlemen, Cornell Williams y AJ Hall, encabezan la banda en bajo y batería, respectivamente. A ellos se unen Nigel Hall (Lettuce) al órgano Hammond, Pedro Segundo (Ronnie Scott's All Stars) a la percusión, Xavier Lynn (MonoNeon, Ledisi) a la guitarra y una sección de vientos estelar compuesta por Aaron Narcisse (Delfeayo Marsalis & the Uptown Jazz Orchestra), Charlie Halloran (Squirrel Nut Zippers, Preservation Hall All Stars) y Jason Mingledorff (Galactic). "El funk sofisticado, pícaro, alegre y despreocupado es la música folk de Nueva Orleans", dice Cleary. "Todos los que tocan en esta grabación son neoorleanos de nacimiento o por elección, habiendo aprendido su oficio a los pies de los maestros, quienes a su vez aprendieron de los antiguos maestros de su época; es una tradición que se remonta a más de doscientos años. Las raíces son profundas, pero cada generación, que crece entre desfiles callejeros y segundas líneas, absorbe lo antiguo e introduce lo nuevo, introduciendo con delicadeza la esencia esencial en cada década sucesiva".