Detalles: Phillip "Fatis" Burrell tenía la asombrosa habilidad de encontrar jóvenes artistas y prepararlos para que se convirtieran en algunos de los artistas musicales más populares de Jamaica. Estos artistas se regían por un alto estándar de integridad, donde no se toleraba ninguna tontería ni mala conducta. Fatis inspiraba respeto. Era un rasta devoto y los principios rastafari eran fundamentales en su vida, y su comportamiento y el de sus artistas sabían que estos ideales debían ser respetados. Artistas como Luciano, Sizzla, Capleton, Mikey General, Sanchez y muchos otros estuvieron bajo su tutela mientras sus carreras alcanzaban grandes alturas. Conocí a Fatis en un evento de reggae organizado por la revista Reggae Report en Miami, Florida, aproximadamente en 1987. Él acababa de terminar un álbum de Yellowman titulado "Yellow Like Cheese" y yo tenía el sello discográfico RAS Records, que estaba en plena expansión. Conectamos de inmediato. Hablamos de mi visión de reunir a artistas de reggae legítimos con un mensaje significativo y difundir esta música lo más internacionalmente posible. Me habló de trabajar con artistas de Jamaica que también tuvieran la integridad necesaria para ser escuchados y respetados en todo el mundo. Me dijo que aún no conocía a mucha gente en la industria del reggae, pero que sentía que podía confiar en mí y que me daría una oportunidad. Esa noche se creó un vínculo y una colaboración. Como iba a Jamaica con mucha frecuencia, Fatis y yo nos hicimos cada vez más amigos y hermanos. Me encargó publicar los primeros LP de Luciano ("Moving Up") y Sizzla ("Burn-ing Up"). En aquel entonces, ninguno de los dos podía imaginar que ambos artistas se convertirían en algunos de los más importantes de la historia musical de Jamaica. Y Fatis trajo muchos más al sello RAS para su lanzamiento y distribución internacional. Había fundado el sello Exterminator a mediados de los 80, justo cuando RAS empezaba a cobrar importancia. Exterminator se convirtió en Xterminator, tras eliminar la E. Su sello tenía fama de ofrecer música dura, pero también apasionada. Sly & Robbie, Dean Fraser, Earl 'Chinna' Smith y The Firehouse Crew eran los músicos que le proporcionaban a Fatis sus ritmos y, como ya he mencionado, los artistas debían ser impecables en sus interpretaciones líricas. Su reputación como productor de renombre creció y muchos de sus artistas firmaban con sellos más importantes, y Fatis se estaba familiarizando con los entresijos de la industria musical en general, pero siempre se mantuvo fiel a sus convicciones rastas y mantuvo la integridad con sus artistas. Había empezado de joven, creciendo en la zona de Maxfield Park en Kingston. Un barrio marginal, como mínimo. Aprendió a sobrevivir y prosperar en estas calles peligrosas y, debido a su gran complexión física, se ganó el apodo de "Fatis". Me contó algunas de sus dificultades y tribulaciones, algunas de las cuales no fueron muy agradables. Pero logró sobrevivir y, gracias a Dios, se dedicó a la música, lo que lo alejó del peligroso mundo en el que vivía. Al empezar a trabajar juntos, conocí a Fatis y a su familia: su esposa, Donna, y sus hijos, Kareem, Kasheik, Nefertiti y Nia. Fatis y yo éramos como hermanos. Pasábamos mucho tiempo juntos hablando de la vida y de lo peculiar que podía ser la gente. Pasábamos mucho tiempo juntos en los estudios de grabación, tanto en Jamaica como de regreso en Washington D. C., donde mezclábamos muchas de sus producciones con Jim Fox en Lion & Fox Studios. Él traía a su familia a mi casa en Port Antonio, donde todos nos relajábamos del agotador trabajo de noche en el estudio de grabación. Mi familia y la suya se convirtieron en una gran familia. También debo señalar que, debido a la inmensa cantidad de trabajo que Fatis estaba realizando, también desarrolló una estrecha relación con VP Records y Chris Chin. Ellos publicarían muchos de sus sencillos en vinilo de 7" y 12".