Detalles: Desde la década de 1950 hasta finales de la década de 1970, el difunto George Brassens redefinió la chanson francesa. Fue un bardo anarquista cuyas canciones a veces eran subidas de tono, a veces polémicas, a menudo conmovedoras, y siempre impregnadas de la poesía clásica francesa de François Villon, Appolinaire y Aragon. George Brassens se convirtió en uno de los cantantes franceses más emblemáticos del siglo XX, estableciendo un nuevo estándar para todos los compositores franceses que vinieron después de él, incluyendo a Serge Gainsbourg y, por supuesto, a Jacques Brel, su colega y amigo cercano. Sin embargo, a diferencia de Brel o Gainsbourg, sus canciones nunca se dieron a conocer fuera de Francia, principalmente por el aspecto literario de sus letras. El cantante y compositor franco-estadounidense Pierre de Gaillande creció en París y el sur de California, escuchando, entre otras cosas, la extensa colección de Brassens de su padre. Pierre pasó a tocar en bandas indie estadounidenses. Se mudó a Nueva York y tocó el bajo con los Morning Glories, la guitarra con Vic Chestnut y realizó una gira por Rusia con su propia banda, Melomane. También trabajó como compositor de música para películas. En los últimos años, Pierre redescubrió la colección de discos de su padre y desarrolló una leve obsesión por George Brassens. Se ha embarcado en la imposible tarea de traducir las canciones de Brassens, con resultados sorprendentes. Se ha mantenido fiel a la rima y la longitud de las estrofas de las canciones originales, armonizando así a la perfección con las melodías. Ha reorganizado la música con una sensibilidad cinematográfica, combinando guitarras, clarinetes, lapsteel y charango. Su creación no se parece en nada a una obra traducida. Ha logrado lo imposible: traducir no solo el estilo, el contenido y el ingenio del original, sino también, de alguna manera, la musicalidad de las grabaciones originales con arreglos completamente diferentes. La mejor manera de describir el proyecto sería compararlo con la adaptación cinematográfica perfecta de un clásico. Piensen en Stanley Kubrick o Raoul Ruiz. Junto con el CD, Ugly Duckling Presse publicará un libro con sus traducciones.