Detalles: Los pioneros del shoegaze británico Slowdive inician su segundo acto y ofrecen su cuarto trabajo de estudio, el primero en 22 años. Homónimo, con una serena confianza, la alquimia astronómica de Slowdive cautivará aún más a los fieles, cautivando a una legión de oídos nuevos. Desviándose hábilmente de lo que la covocalista y guitarrista Rachel Goswell llama "un viaje al pasado", estos ocho nuevos temas son a la vez expansivos y el material más directo de los pioneros del sonido hasta la fecha. Nacidos en The Courtyard, el emblemático local de la banda en Oxfordshire, sus melodías diamantinas fueron mezcladas con un brillo hipnótico en el famoso estudio Sunset Sound de Los Ángeles por Chris Coady. "Es más pop de lo que pensé", señala el compositor principal Neil Halstead, quien fue el principal artífice de Pygmalion, el anterior álbum de larga duración de 1995. En esta ocasión, la dinámica del grupo fue crucial. Cuando estás en una banda y grabas tres discos, hay una fluidez y un desarrollo continuos. Para nosotros, esa fluidez se reanudó al volver a tocar en directo y se ha mantenido en el disco. "Hay una energía diferente", añade el baterista Simon Scott. "Nos llevó mucho tiempo volver a juntarnos, componer canciones y que todo funcionara en el estudio, pero este álbum no se siente como un añadido; tiene una energía tan vibrante como la de Souvlaki y Just for a Day. Es muy relevante para el presente".