Detalles: Las raíces sureñas de Katie Crutchfield son innegables. El nombre de su proyecto musical en solitario, Waxahatchee, proviene de un arroyo cercano a su hogar de infancia en Alabama y parece representar tanto su origen como su futuro. El último disco de Waxahatchee, Ivy Tripp, se aleja con seguridad de sus predecesores y ofrece un reconocimiento más informado y contundente de la situación actual de Crutchfield. El lamento y el duelo por su juventud parecen haber sido reemplazados por el control y la honestidad absoluta. "Mi vida ha cambiado mucho en los últimos dos años, y me ha costado procesar mis sentimientos más allá de escribir canciones", dice Crutchfield. "Creo que un tema recurrente [de Ivy Tripp] es estabilizarse en terreno inestable y recordarse a uno mismo que se tiene el control en situaciones que parecen abrumadoras, o simplemente ser consciente en momentos de profunda confusión o tristeza, y aprender a sentir realmente las emociones y a crecer a partir de ellas". Grabado y diseñado por Kyle Gilbride de Wherever Audio en la casa de Crutchfield en Long Island, Nueva York, con la batería grabada en el gimnasio de una escuela primaria local, Ivy Tripp presenta una versión más desarrollada y madura de Waxahatchee. "El título Ivy Tripp es en realidad un término que inventé para la falta de rumbo, específicamente de los veinteañeros, treintañeros y cuarentañeros de hoy, que no tienen en cuenta la vida complaciente de nuestros padres y abuelos. Lo he pensado así: [El último álbum de Waxahatchee] Cerulean Salt es sólido e Ivy Tripp es un éxito".