Detalles: EDICIÓN ANIVERSARIO DE BACK TO EARTH, REMASTERIZADA CON UN EFECTO IMPRESIONANTE EN LOS ESTUDIOS ABBEY ROAD. En 1978, tras haber vendido millones de discos y convertirse en uno de los artistas internacionales más importantes de la década de 1970, Cat Stevens decidió alejarse del estrellato de rock. Ese año, lanzaría su último álbum bajo ese nombre. El apropiadamente titulado Back To Earth fue su regalo de despedida: un álbum en el que el cantante londinense se despedía de sus fans, a la vez que explicaba indirectamente su decisión de retirarse en canciones como "Last Love Song" y "Just Another Night". "Lo que ocurre tras la apariencia de estrellato o el propio escenario puede ser un mundo completamente diferente", dice ahora, "y así fue la mayor parte del tiempo. Mantuve la cordura y los ojos bien abiertos". Back To Earth fue, sin duda, un notable regreso a la forma, reuniendo a Stevens con Paul Samwell-Smith, productor de sus emblemáticos álbumes multiplatino Tea For The Tillerman (1970) y Teaser And The Firecat (1971), además de continuar su colaboración creativa con el guitarrista de toda la vida, Alun Davies. Musicalmente, el álbum era una mezcla de baladas acústicas y un estilo de búsqueda espiritual que había convertido al cantante en una estrella mundial, junto con ecos más lejanos de sus años de infancia como Steven Demetre Georgiou en el West End londinense. Temas como «New York Times» y «Randy» evocaban la influencia que le influyó en el mundo teatral de la capital británica y, dado que partes del álbum se habían grabado en Nueva York, en Broadway. «Había una otra faceta de mí, la de compositor musical», recuerda. «Me encantaban los musicales y vivía rodeado de ellos. Así que llevaba a Bernstein en la sangre». Back To Earth, que debería haber sido reevaluado hace tiempo, es un álbum brillante y fascinante que captura a Yusuf/Cat Stevens en un momento decisivo de su vida.