Detalles: El nuevo y musicalmente más expansivo LP de Alex Cameron, el brillante Miami Memory, da un giro sorprendente. El talento narrativo y el carácter de Cameron siguen plenamente presentes; sin embargo, el narrador más frecuente de Miami Memory es, por primera vez, el propio Cameron, quien canta con asombrosa franqueza sobre su relación de tres años con la artista visual y actriz Jemima Kirke. "Cuando escuchas estas canciones y esperas el giro inesperado, el chiste o cualquier tipo de incomodidad, te aseguro que nada de eso existía cuando las escribí", dice Cameron. "Son historias reales, de hechos reales. Específicas pero nunca esotéricas. Y gráficas pero nunca ofensivas. Miami Memory es la historia de una pareja que equilibra la positividad sexual con los valores familiares contemporáneos... Es mi regalo a Jemima, un símbolo para enarbolar en el tótem del amor". Aunque vestigios de su trabajo anterior, impulsado por sintetizadores, se cuelan para perturbar el tono, la mayor parte de Miami Memory, producido por Jonathan Rado (Weyes Blood, Father John Misty) y grabado y mezclado por Marta Salogni (Björk, Kelela), se deleita en la saturación emocional del rock clásico de padres, con sus canciones cálidas y épicas impulsadas por el bajo, la guitarra, el saxo y capas de órgano, digno de una capilla nupcial de Las Vegas. El álbum de Cameron, un auténtico circo de rock de padres, finalmente retuerce y subvierte el género: evoca clásicos que el ego masculino blanco ha visitado históricamente para su inyección de adrenalina habitual, y los transforma en un singular rock de "padrastros" que, en gran medida, desvía su atención de los padres, celebrando la desaparición de las viejas normas de género y poder. En su descripción de su relación con Kirke, Cameron revela una honestidad impactante sobre el amor y el sexo en una época donde una palpable fugacidad se cierne sobre todo, desde las relaciones hasta la vida humana en este planeta, pero también donde las costumbres restrictivas se han deteriorado lo suficiente como para permitir que la "vida familiar", en todas sus formas cambiantes, exista al margen de las obligaciones sociales. Con una franqueza cautivadora, Cameron canta ahora como él mismo, rindiendo homenaje a la positividad sexual, el empoderamiento femenino, la familia y la responsabilidad, y a su amor, Jemima.