Detalles: Cuando Chris Stewart se propuso escribir y grabar su tercer álbum como Black Marble, acababa de vivir en Los Ángeles, recién llegado de Nueva York. El entorno le trajo mucha emoción y posibilidades, pero la distancia había resultado demasiado para el coche que traía consigo. Con él fuera de servicio por tiempo indefinido, compró un pase de autobús y planeó su viaje diario desde su apartamento de Echo Park hasta su estudio en el centro, donde comenzó a dar forma a Bigger Than Life. La ruta serpenteaba por toda la ciudad, desde las pequeñas tiendas locales de Echo Park hasta los cristales que se alzaban del distrito financiero, hasta la desesperación de Skid Row. La energía apresurada del entorno proporcionaba un telón de fondo para el viaje diario. Cuando Stewart finalmente llegaba a su estudio, miraba a través de su ventana las montañas y el cielo, viendo la belleza que hace que Los Ángeles sea única, la misma belleza que habían visto sus compañeros de viaje, algunos llevados al límite de la resistencia humana. Ese era el estado mental en el que se encontraba cuando comenzó a mapear la batería sincopada y el arpegio staccato de Bigger Than Life, una oda a su nueva condición y una brillante respuesta synth-pop a su cacofonía. Como en todos los álbumes de Black Marble, Stewart grabó, produjo e interpretó todo lo que se escucha en Bigger Than Life usando equipo completamente analógico, aunque el proceso era nuevo. Esta vez, escribió todo en su MPC y lo secuenció directamente a sus sintetizadores; solo usó la computadora para grabar, no para crear. "Pruebo nuevos enfoques cada vez, lo que me ayuda a mantenerme concentrado, pero también es una especie de truco que le hago a la parte creativa de mi cerebro", dice Stewart. "Mantener una parte de mi mente ocupada en la creatividad organizativa creo que libera la otra parte, de donde proviene la creatividad inspiradora".