Detalles: En febrero de 2020, la cantautora Caitlin Rose se instaló en los estudios Sound Emporium de Nashville para grabar durante una semana con William Tyler, Brian Kotzur, Jack Lawrence y Luke Schneider. Tras siete años de ausencia tras el lanzamiento de su segundo LP, The Stand-In —una autodenominada pesadilla de Sísifo, llena de fracasos y bloqueos profesionales—, Rose estaba lista, con el apoyo de su amigo íntimo y productor Jordan Lehning, para darle al rock un último empujón. "Sucedió tan rápido que no había tiempo para preocuparse por lo que pudiera salir mal; solo llegué con la emoción", dice. Cuando ella y Lehning planearon regresar para grabar a principios de marzo, ninguno de los dos esperaba que el mundo se pusiera patas arriba en poco más de una semana, que un tornado pronto borraría del mapa la mitad del este de Nashville, o que una pandemia mundial, como ha sucedido con tantos otros proyectos, retrasaría aún más la finalización.