Detalles: El siempre conmovedor pero sumamente elusivo Chorg Dorgon habla sobre el nuevo álbum de Charles Moothart, titulado Black Holes Don't Choke: Para mayor claridad, y es precisamente esa claridad la que buscamos, Charles ha sido un pilar de nuestra experiencia musical desde que empezó a tocar hace siglos en los diversos proyectos e innumerables álbumes en los que ha contribuido. Charles es un músico que ha estado constantemente de gira durante años, tocando con Freedom Band y Fuzz de Ty Segall. En los raros momentos que ha tenido libres de estos compromisos, especialmente durante la vorágine pospandémica por ponerse al día con los conciertos y las giras, ha dedicado todo su tiempo en su laboratorio a sintetizar toda la información recopilada y las ideas musicales que ha desarrollado en los últimos años, desde el último disco de CFM y los conciertos posteriores, para este nuevo trabajo en solitario. Justo antes del inicio de la pandemia, estaba dando conciertos en solitario en un proyecto que giraba en torno a un sampler MPC, para dar un ejemplo de la amplitud de sus exploraciones. Su resultado es Black Holes Don't Choke. Canciones de amor para el apocalipsis. Una plegaria al optimismo en medio del caos. Una súplica a la naturaleza. Los temas de este álbum son los de hoy. Charles nos invita a visualizar la evolución. Y con su sello personal, la música suena exactamente como uno desea. Suena como la música de Charles Moothart, solo que más evolucionada, con mayor enfoque y dirección. Con mayor dinámica textural y mayor variación y realización sonora, pero sin sacrificar nunca el riff demencial del que es claramente maestro. En este disco, va directo al grano. Presenta una voz que puedes comprender y en la que puedes confiar mientras te adentras en ella. Crea tus propios significados. El disco ahora pertenece al mundo. Porque todos comenzamos un pensamiento como aquello sin principio ni fin, y en cierto momento se convierte en su propio pensamiento, toma forma y se transforma en sí mismo, separado del pensador, separado del observador. ¡Vivo en el éter!