Detalles: Prensado en vinilo. Lanzamiento en 2018. El sonido de Dunbarrow posee una atmósfera clásica y cautivadora que le otorga, en palabras de la propia banda, "una crudeza inquietante". No es crudo en un sentido lo-fi o distorsionado; ni mucho menos, la producción es excepcionalmente limpia y potente. Es la vibra de la música la que posee una cualidad onírica y fantasmal, como una grabación misteriosa impresa en una vieja cinta de casete. El sonido prístino y sin adornos de la banda comparte la brillantez sin pretensiones de los progenitores del heavy clásico improvisando en sótanos y graneros. Sin la excepcional musicalidad del quinteto de Haugesund, Noruega, un sonido tan íntimo sería imposible. El baterista Pål Gunnar Dale establece el núcleo esquelético con una urgencia impulsiva y una elegante puntuacón de tripletes, el bajista Sondre Berge Engedal se desliza con la ágil energía de John Paul Jones, mientras que las guitarras de Kenneth Lønning y Eirik Øvregård tejen oscuros tapices blueseros con énfasis en las estructuras melódicas de acordes sin enterrarlas en distorsión u otros efectos. El vocalista Espen Andersen lo une todo con su cálida interpretación folklórica que le da la sensación de una era pasada de la narración en canciones. Muchas de las letras poéticas del álbum fueron escritas por el exbajista y vocalista Richard Chappell, cuya escritura personifica al grupo. Junto con el tema recurrente del álbum de amor y desesperación, está el de reconocer los propios lados oscuros y desarrollar esas sombras en algo que uno puede controlar, inspirado en la obra de Carl Jung.