Detalles: Vinilo naranja neón. El tercer álbum de Fiddlehead, Death is Nothing to Us, marca un nuevo y desafiante capítulo para la banda. Desde 2014, el grupo bostoniano ha estado perfeccionando su sonido único, combinando la energía del hardcore, las melodías épicas del alternativo de los 90 y la pasión desenfrenada del emo de la era Revolution Summer. Sus álbumes anteriores, Springtime and Blind de 2018 y Between The Richness de 2021, abordaron profundamente el duelo desde diferentes perspectivas, y ahora su último álbum se siente como una culminación de facto, uniendo muchos de los hilos conductores del catálogo tanto en sonido como en letras. La banda volvió a colaborar con el productor Chris Teti para su tercer disco, y su impactante producción captura la energía en directo de Fiddlehead, a la vez que exhibe las imponentes guitarras y la innegable pegadiza que hacen de su música una experiencia tan satisfactoria. Los concisos 27 minutos del álbum suenan como una extensión natural de todos los puntos fuertes de la banda, pero se unen gracias al singular rugido melodioso del vocalista Pat Flynn. Flynn, desde su etapa como vocalista de Have Heart y ahora como líder de Fiddlehead, se ha ganado la reputación de ser uno de los letristas más reflexivos del hardcore. Entreteje sus reflexiones sobre la vida, la muerte y todas las alegrías y tragedias que las acompañan con referencias al filósofo romano Lucrecio; el autor Jean Améry; otros músicos como Bad Brains, Alex G o Wire, e incluso referencias al catálogo de la propia banda. La humanidad de Death Is Nothing To Us se palpa en cada nota. Es el tipo de arte que observa el dolor con auténtica honestidad en lugar de prescribir una solución, y al hacerlo, inadvertidamente ofrece una sensación de esperanza. El álbum encuentra a Fiddlehead tan profundamente inmerso en el dolor, la confusión, los matices y las contradicciones de la tristeza, tan dispuestos a abrazar un concepto tan existencialmente desconcertante como la muerte misma, que han creado un álbum que verdaderamente afirma la vida. Death Is Nothing to Us ejemplifica mucho de lo que hace de Fiddlehead una banda especial: tomar estas preguntas embriagantes e incontestables y lidiar con ellas de una manera muy terrenal, todo envuelto en la fuerza urgente de una canción punk de tres minutos.