Detalles: Edición limitada Loser en vinilo brillante de color gris. El mundo se está llenando de basura. La humanidad sigue adicta a la contaminación. La gente está tomando desparasitante para caballos porque un imbécil de la televisión les dijo que curaba la COVID. El apocalipsis es más estúpido de lo que nadie podría haber predicho. Afortunadamente, los absurdos de la vida moderna siempre han sido el tema principal del cuarteto de Seattle Mudhoney, y la banda los aborda con su típico humor mordaz y riffs cargados de suciedad en su undécimo álbum de estudio, Plastic Eternity, grabado durante nueve días en Crackle & Pop! en Seattle con el productor de toda la vida, Johnny Sangster. Desde abordar el cambio climático desde la perspectiva del clima si el clima intentara tocar la guitarra como Jimi Hendrix ("Cry Me An Atmospheric River") hasta una canción de rock and roll emocionante sobre el consumo de drogas destinadas al ganado ("Here Comes the Flood") y un ataque punk clásico contra el trato a los humanos como ganado ("Human Stock Capital"), Plastic Eternity es un recorrido por todos los protogéneros del rock de guitarra con una mirada atenta a las insignificancias del mundo de la década de 2020. También incluye una genuina canción de amor en el tema de cierre "Little Dogs", una oda a las sencillas alegrías de pasar tiempo con pequeños caninos. Mudhoney (el vocalista Mark Arm, el guitarrista Steve Turner, el bajista Guy Maddison y el baterista Dan Peters) sigue siendo su grupo underground, su retorcido y primigenio punk y las letras agudamente divertidas de Arm son una combinación tan potente como lo han sido desde la formación de la banda a fines de los 80. Cuando se les pregunta por qué continúan haciendo discos casi cuatro décadas después de formarse, la respuesta de Arm es simple. "Nos caemos bien y nos gusta estar juntos en una banda", dice Arm. "Hay gente que tiene una noche de póquer o lo que sea, y tiene la excusa para juntarse con sus amigos. Para nosotros, esta [banda] es eso. Esto es lo que hacemos".