Detalles: Tras el impactante, y para muchos desmoralizante, resultado de las elecciones de 2016, "no me creí el rayo de esperanza que algunos promovían: 'Bueno, ¡al menos el arte y la música serán geniales ahora!'", dice Mac McCaughan, cofundador y líder de Superchunk. "Obviamente, cualquier persona en su sano juicio cambiaría con gusto de cuatro a ocho años de música terrible a cambio de que nuestro país no fuera desmantelado para satisfacer los caprichos de un niño vengativo y sus cómplices". Dicho esto, la buena música y el arte aún tienen mucho que decir, y la urgencia de los acontecimientos actuales dio a Mac, Laura, Jim y Jon el impulso para crear algo nuevo cuanto antes. "Sería extraño estar en una banda, al menos en la nuestra, y grabar un disco que ignorara por completo las circunstancias que nos rodean y en las que crecerán nuestros hijos". Descubre What a Time to Be Alive, el primer álbum de Superchunk en más de cuatro años, disponible el 16 de febrero de 2018 a través de Merge Records. Es un disco, dice Mac, "sobre una situación bastante desesperada y deprimente, pero espero que no sea un disco que sea desesperado y deprimente de escuchar". De hecho, como gran parte de la música de Superchunk en las casi tres décadas que la banda lleva junta, las canciones de What a Time to Be Alive se enfrentan a la rabia y la ansiedad directamente con la catarsis y la euforia del punk intenso y la energía pop vulnerable. Al igual que I Hate Music de 2013, que se centró en la muerte, la pérdida y el papel de la música en la vejez, el nuevo disco lleva el espíritu a la primera línea del dolor: es tan desafiante como desesperanzado, tanto un llamado a la acción como una rendición de cuentas. Escrito casi en su totalidad entre noviembre de 2016 y febrero de 2017, What a Time to Be Alive fue grabado y mezclado por Beau Sorenson, quien también trabajó en I Hate Music. "Posiblemente sea el primer ingeniero con el que hemos trabajado al que tuve que pedirle que bajara el volumen de las guitarras", dice Mac. "Pero no demasiado". El disco también cuenta con más coristas invitados que cualquier otro álbum anterior de Superchunk, incluyendo a Sabrina Ellis (A Giant Dog, Sweet Spirit), Katie Crutchfield (Waxahatchee), Stephin Merritt (The Magnetic Fields), Skylar Gudasz y David Bazan. "Parte de eso era buscar un sentimiento de comunidad", dice Mac. "Creo que es importante no estar completamente desanimado por todo todo el tiempo". La canción principal es la primera en llegar y lo dice todo. "Todo racista tonto de Estados Unidos vio las elecciones como una señal para salir de sus agujeros", dice Mac (Te cepillaste los dientes y encontraste tu vocación / en el fondo de un pantano / No había aire, pero para estar claro / la oscuridad era todo lo que querías). "El país se construyó sobre la supremacía blanca, y esta gente quiere deshacer cualquier progreso gradual que se haya logrado. Es aterrador y suficiente para volverte loco". El disco recorre la conmoción y el caos resultantes, desde los directos "Fuck You" ("Bad Choices", "Cloud of Hate", "All for You") hasta los "What Nows" ("Lost My Brain", "Break the Glass"). Merritt y Crutchfield se unen en "Erasure", una contundente confrontación del objetivo y las consecuencias del miedo y el odio. "Un objetivo de un intolerante es borrar la historia, la experiencia y la existencia de cualquiera que perciba como 'distinto'", dice Mac. "Facilita muchísimo la creación de tu propia visión de la realidad...". A pesar de la fuerza impulsora del álbum, sería un error calificarlo de político, ya que sugeriría que tiene algo que ver con partidos, políticas o cualquier cosa que pueda descomponerse en una diferencia de opinión racional. "No intentamos ofrecer soluciones políticas en los confines de una canción de tres minutos", dice Mac. "Se trata de 'cómo vivir/no volverse loco' en el clima actual, cuando parece que cada día se perpetra un nuevo atropello".