Detalles: En la década de 1970, Betty Davis desafió el género y el género al llevar su voz al extremo y abrazar lo erótico. Articuló una especie de fusión pre-punk, funk-blues que aún no se había normalizado en la música mainstream, un estilo que pocos músicos se han acercado a replicar. Como una de las primeras mujeres negras en escribir, arreglar y producir sus propios álbumes, Betty fue una visionaria que ignoró los límites y las restricciones de la industria. Cruda, sin complejos y en pleno control, Betty allanó el camino para generaciones de futuros artistas que dijeron "funk you" a la industria musical y las normas sociales. En 1975, la estrella de Betty Davis estaba en ascenso. Con el respaldo de Island Records y una nueva banda, Funk House, el tercer álbum de Betty, Nasty Gal, se inclina hacia la personalidad hipersexualizada con la que sus críticos estaban tan obsesionados. Rapea, ronronea, chilla y gime sobre el frenético funk-rock de Funk House y se atribuye el mérito de los himnos de "chica mala" que ahora saturan la industria musical. Masterizada a partir de las cintas originales, Nasty Gal muestra el trabajo pionero de Betty como intérprete, compositora y productora.