Detalles: Combinado con la confitería afrocéntrica líder del planeta y su bebida derivada, varias luces se encendieron en los recién bautizados locales de ensayo de todo el mundo ante la inevitable sugerencia de Hot Chocolate. Ragland no sabía que una banda interracial de músicos ingleses estaba considerando el mismo nombre de canción en su Brixton natal. Contactaron con John Lennon para obtener la aprobación de su versión reggae de "Give Peace a Chance", pero al poderoso Beatle le gustó tanto su interpretación que los añadió a la lista de Apple Records de la banda, impulsando a los británicos a la delantera en la carrera por convertir Hot Chocolate en un nombre reconocido para algo más que bebidas oscuras y dulces. A pesar de la posible confusión, y quizás con la esperanza de aprovecharla, Lou Ragland comenzó a llenar su taza con un sinfín de grabaciones que conformarían el debut homónimo de Hot Chocolate. El álbum se lanzaría en 1971 bajo el ingeniosamente nombrado sello Co-Co, financiado por un consejo de cinco miembros que incluía a Ragland, Lyman Moffat, Loretta Walker, Tom Threat y Leonard Jackson. Grabada en Agency Recording y con la ingeniería de Don White, socio de Ragland desde hace mucho tiempo, la producción de siete canciones es un conjunto de temas vocales e instrumentales en busca de un líder. James McClain, de Volcanic Eruption, se presentó para cantar el estribillo de "Ain't That A Groove", pero el resto del disco es puramente Hot Chocolate. Tras un año sólido en el escenario, el grupo contaba con muchas canciones originales en su repertorio, pero decidieron incluir las canciones que los mecenas de Trina habían indicado, mediante votación, que les gustaría escuchar en el LP. Diseñado para capturar la naturaleza impulsiva del espectáculo en vivo, la mayor parte del material ignora la marca estándar de tres minutos de la industria, una característica que podría haber atraído a los disc jockeys con antojo de un cigarrillo o un sándwich si el disco se hubiera distribuido fuera de Cleveland. Dick Dugan, el ilustrador deportivo del Cleveland Plain Dealer, quien posteriormente concibió las icónicas mascotas de los Indians de béisbol profesional y los Browns de fútbol americano profesional durante su carrera, recibió el encargo de diseñar la portada de Hot Chocolate por la miseria de $100. A partir de una fotografía, Dugan dibujó una imaginativa representación del grupo, tocando en una taza llena de su bebida de postre homónima.