Detalles: Lanzado originalmente en 1996 como una edición limitada para el club de fans de Rockathon, Tonics And Twisted Chasers de Guided by Voices siempre ha sido una anomalía en la vasta discografía de Robert Pollard. En muchos sentidos, el álbum es la cola de un cometa creativo que en tan solo dos años incluyó la trilogía de la formación clásica: Bee Thousand, Alien Lanes, Under the Bushes, Under the Stars e innumerables sencillos que atiborraban sus ritmos con ganchos infinitos. En este lapso, Tonics And Twisted Chasers ha adquirido un estatus mítico. Es posiblemente el disco más extraño, retorcido y revelador de Pollard, y también la primera oportunidad para que los fans vean los hilos que unen su galaxia de canciones. Es como observar el calibre de un reloj, responsable del funcionamiento de todo el proyecto. Esta colaboración de diecinueve canciones con el guitarrista Tobin Sprout podría interpretarse como sketches espontáneos, improvisaciones nocturnas, ideas que florecieron posteriormente ("Knock 'Em Flyin'" y "Key Losers"), pero como con todo lo que rodea a Pollard, su intención es evidente al escucharse como un todo cohesivo. El principio de Pollard de que "menos es más" se manifiesta plenamente aquí. Las canciones rara vez pasan de los noventa segundos y se fusionan de forma muy similar al arte visual de Pollard, con su estilo de collage. Himnos de estadio en miniatura ("158 Years Of Beautiful Sex") chocan con lamentos de piano inquietantes ("Universal Nurse Finger") sin tiempo para respirar, nanas acústicas que suenan como el crepúsculo de un verano del Medio Oeste ("Look It's Baseball") dan paso a un post-rock monocromático ("Maxwell Jump"). La alegría eufórica y la melancolía obtusa en la voz de Pollard son tan palpables en la canción destacada del álbum, "Dayton, Ohio 19 Something & 5" (que desde entonces se ha convertido en un elemento básico en vivo), que es imposible encontrar una historia más autobiográfica en su catálogo. El equivalente más cercano del álbum es Vampire On Titus de 1993, ya que contiene la ofuscación áspera, oscura y brillante de aquel álbum, que solo revela su belleza tras repetidas escuchas. Tonics And Twisted Chasers mantiene la tradición gracias a la fuerza de sus melodías. Utilizando una caja de ritmos primitiva, efectos de Radio Shack, instrumentación minimalista y el espíritu DIY que los guió en un principio, Pollard y Sprout construyeron una obra maestra del pop que solo podía surgir de un sótano en el norte de Dayton, Ohio. Cualquiera que la encontrara por casualidad en aquella época sagrada, la mantenía en secreto.