Detalles: En Ngélar, el segundo LP del sexteto, se hacen más evidentes las narrativas sociales más profundas y los temas más íntimos. En él, hablan mucho sobre "tanah" o "tierra/suelo", debido en gran medida a que su ciudad natal, Jatiwangi, tiene una larga historia como el mayor productor de productos de arcilla/terracota del país. La estrecha relación de los habitantes de Jatiwangi con "tanah" es simplemente incomparable; incluso sus instrumentos están hechos principalmente de terracota. Desde la reinvención de las glorias pasadas de su ciudad natal, Lair, junto con la cantautora Monica Hapsari (coautora y cocompositora de tres canciones del álbum) y Go Kurosawa (Kikagaku Moyo), quien lidera el proyecto como productor, canta sobre los rituales y tradiciones de la cosecha, hasta rezar hacia su tierra, antaño próspera, y las ruinas de lo que fue un denso bosque en Jatiwangi, que actualmente intentan recuperar mientras compiten con la masiva ola de industrialización. Es un álbum con un contexto doloroso, a la vez que una conmemoración sincera y alegre de la vida cotidiana de los miembros de la banda en la actual costa norte de Java, Indonesia. Ngélar es una de las palabras que podría describir la esencia de Lair como grupo. La palabra en sí se remonta a la cultura local de "ir de un lado a otro celebrando algo". En su pueblo, ngélar simplemente significa una actuación itinerante, en la que los artistas tocaban música y recorrían el pueblo, saludando a la gente que los rodeaba al desplazarse de un lugar a otro, o simplemente en su entorno inmediato, indicando que había algo cerca que se celebraba. Lair simplemente está enamorado del "viaje", del "tiempo" y de todas sus interacciones. Para ellos, Ngélar representa su viaje. Cómo se mueven, interactuando y comunicándose, celebrando y dando sentido a todo lo que sucede dentro y alrededor de ellos. Para Lair, Ngélar es un método, un proceso creativo y, como álbum, la culminación de cada uno de sus viajes desde la fundación del grupo.