Detalles: Desde los Teddy Graham hasta los sombreros de gatito, desde los incendios forestales de California hasta los taxis de pago, la nostalgia y el terror estadounidenses adornan una reflexión personal sobre el triunfante tercer álbum de Christina Schneider, Locate S, 1. Con un nombre extraído de una novela negra de Daschel Hammitt, Wicked Jaw recurre a referencias y texturas tremendamente dispares para explorar la historia de la música pop estadounidense. La compositora, productora y virtuosa experta en pop, residente en Athens, Georgia, escribió el álbum durante dos años mientras iniciaba un tratamiento por abuso sexual infantil por parte de un familiar. "Usaba estas canciones como una válvula de escape para todas estas diferentes partes (de mí) que intentaba integrar", explicó. El resultado es un conjunto sorprendentemente tierno y a menudo jubiloso de conversaciones con los fantasmas de recuerdos dolorosos, donde Schneider transforma sus cicatrices metafísicas en una armadura brillante mientras se redefine a sí misma bajo sus propios términos. Tras Personalia (2020), un álbum creado por Schneider en colaboración con el productor y pareja Kevin Barnes (de Montreal), donde las críticas a menudo desplazaban el crédito del intrincado electropop de Schneider hacia Barnes, Wicked Jaw encuentra a Schneider al mando, decidida e inequívocamente, como único productor del álbum. Representa una ruptura estilística con Personalia en muchos sentidos, más allá de su personalidad. Abarcando décadas y géneros desde el doowop hasta el cold wave, del disco al soft rock, Wicked Jaw tiene la vitalidad de la grabación de una banda completa en su esencia. Wicked Jaw es y no es un álbum pandémico. El terror distópico de la COVID-19 es un punto de contacto omnipresente en las canciones, que Schneider comenzó a escribir en el verano de 2020, pero el virus funciona como una puerta de entrada para el análisis y la reflexión interpersonal. ¿Qué significa ser estadounidense en el siglo XXI? ¿Qué significa ser mujer? ¿Qué significa ser una superviviente? Schneider excava túneles en la memoria colectiva en canciones como "Go Back to Disney", una devastadora bossa nova que podría ser la banda sonora de un episodio de White Lotus. Wicked Jaw ofrece una liberación terapéutica similar al escucharla repetidamente, como la que le brindó a Schneider cuando la escribió. Es un retrato de resiliencia autoritaria y amorosa frente a la victimización y la fatalidad apocalíptica. La potencia de estas canciones no reside en su aferramiento al cielo, en la búsqueda de escape o trascendencia, sino en excavar en la tierra, sentarse con ella y ver realmente los gusanos, la podredumbre y la entropía en un vibrante technicolor. "Esto se trata de mí, pero espero que otras personas se identifiquen con esto", dijo Scheider. "Tengo todos estos problemas emocionales que me hacen reaccionar como un maldito monstruo, pero eso también está forjado por mi experiencia y hay algo ahí de lo que puedo estar orgullosa, que es parte de mi supervivencia. No puedo simplemente cortar la cabeza; tengo que integrarlo en mí".