12 ANGRY MEN, de Sidney Lumet, podría ser el drama judicial más radical de la historia del cine. Una mirada a puerta cerrada al sistema legal estadounidense, tan fascinante como sobria, esta icónica adaptación de la obra para televisión de Reginald Roses está protagonizada por Henry Fonda como el miembro inicialmente disidente de un jurado de hombres blancos, listo para juzgar a un adolescente puertorriqueño acusado del asesinato de su padre. El resultado es una saga de proporciones épicas que se desarrolla en tiempo real durante noventa minutos en una habitación sofocante. La electrizante instantánea de Lumet de los Estados Unidos de la década de 1950 al borde del cambio es uno de los grandes debuts cinematográficos.