Detalles: En The Puragourist, los elementos de aislamiento parecen conspirar contra el compositor. Reconstruye la atmósfera claustrofóbica en su uso de cinta degradante, voces pasadas a través de un amplificador de guitarra roto y una versión retorcida de las técnicas de producción de los años 60. En medio de tales sonidos y con letras sobre la muerte y lo oculto, que la canción que abre el álbum ('Little Green Pills - Little Green Men') mencione al paranoico productor británico Joe Meek parece natural. Al igual que Meek, Het tuvo que superar los límites de lo que su equipo podía hacer. Para crear esos sonidos, Het encontró importante evitar el uso de computadoras, cajas de ritmos y otros accesorios ahora estándar del músico de grabación casera. Esto incluyó un compromiso para evitar una batería estándar y técnicas de percusión. Según Het, la cualidad obsesiva es evidente hasta en los elementos apenas audibles: 'Muchas de las canciones contienen mensajes ocultos básicamente como una forma de entretenerme mientras grabo. La mayoría de los cuales he olvidado, aunque sí recuerdo que mi nombre real aparece varias veces. Dejando a un lado el humor negro (y las emociones crudas que apenas disimulan), esos mensajes ocultos podrían ser lo más cercano que uno puede llegar al verdadero Alyosha Het, quien parece preferir mantener las distancias con el mundo. Cuando se le piden detalles biográficos, solo responde que casi nunca come ni duerme. «Si la música no me convence», añade como una ocurrencia tardía, «planeo mudarme a Romainia y cazar vampiros».