Detalles: Ben creció en el sur de Vermont, en la granja lechera familiar, trabajando junto a su padre y cantando clásicos del country para pasar el tiempo. Debido a generaciones de sufrimiento en su familia, Ben tuvo dificultades para adaptarse a ciertos aspectos de su infancia y recurrió a la cocaína y el alcohol a temprana edad. Sin embargo, en 2017, Ben perdió repentinamente a su mejor amigo por una sobredosis de heroína, lo que cambió su vida drásticamente. Motivado por un cambio, se mudó a Nashville para dedicarse a la música country, pero fue cuando unos amigos lo invitaron a la iglesia un domingo que todo cambió. Comenzó a escribir canciones con un deseo ardiente de compartir lo que Dios hizo para transformar su vida, sabiendo en su corazón que cantaría música cristiana por el resto de su vida. Hoy, Ben Fuller está sobrio mientras comparte su historia llena de esperanza, misericordia y gracia.