Detalles: Vinilo dorado opaco. Fue el deseo de celebrar su riqueza sonora lo que entusiasmó a Oberst y a la banda con la idea de reediciones completas. Pero este no sería un proyecto de Bright Eyes si un momento dedicado a apreciar el pasado no se convirtiera en una oportunidad para conectar con el futuro. Ahí es donde entran en juego los nueve EP complementarios. O, como dice Oberst, "la lectura complementaria" de las reediciones principales: un EP de seis canciones por álbum reeditado, cada uno con cinco canciones reelaboradas de ese álbum. "Mi idea era que sonaran diferentes a los originales; teníamos que modificarlos sustancialmente". Además, una versión que se sintiera "de la época" en la que se grabó ese álbum en particular, una canción que significó algo para la banda en ese momento. Para ayudar a que los EP cobraran vida de la forma más completa, Bright Eyes convocó a muchos viejos amigos, como Bridgers, M. Ward y Welch y Rawlings, así como a otros nuevos como Katie Crutchfield de Waxahatchee.