Detalles: Edición limitada de 750 copias numeradas en vinilo audiófilo de 180 gramos de color naranja. El disco que tienes en tus manos es el sonido de los sueños cumplidos, frustrados y luego cumplidos de nuevo. Candy McKenzie, una joven cantante del noroeste de Londres, había soportado una vida dura antes de volar a Jamaica en busca de un sueño que no entendía del todo. Candy McKenzie era un joven talento que necesitaba un productor experimentado. ¿Quién mejor que Lee Perry, quien había creado éxitos internacionales para otra talentosa femenina en ciernes, Susan Cadogan, por no mencionar su brillante trabajo con Max Romeo, Junior Murvin y los Heptones? Toda la magia de los clásicos de Perry está aquí. Candy falleció tristemente en 2003, y podría parecer que era un talento insatisfecho, pero ella y Lee Perry nos dejaron esta hermosa joya escondida de un álbum.