Detalles: Cayucas crea un pop de guitarra irreprimiblemente alegre que sugiere que son la respuesta de la Costa Oeste a Vampire Weekend. Su segundo álbum puede sonar como si hubiera sido diseñado por la gente del Ace Hotel para un ambiente de margaritas, pero hay una ingeniosa maestría en los arreglos de Cayucas. El sencillo "Moony Eyed Walrus" es una melodía irresistiblemente pegadiza con guitarras que rebotan como una piedra, y sus emotivas cuerdas sirven de contrapunto a la voz de Zach Udin, que oscila entre un fumeta distante y un maestro de ceremonias playero. Infunden canciones como la del título con sutiles marimbas y líneas de bajo serpenteantes que combinan con sus guitarras que recorren islas, mientras que la letra sobre cierta musa bailarina le da a la canción la sensación de una versión actualizada de "Hotel California" junto a la piscina. Aunque puede resultar un poco obvio cuando la banda canta sobre noches de jacuzzi y blues tahitiano en "Backstroke", la canción conserva un agradable toque funk con toques afropop y peculiaridades vocales que la hacen un placer. Y "Ditches", una balada a piano sobre escaparse de los suburbios, muestra a la banda expandiendo sus alas. Así que no te sientas mal por poner a todo volumen Dancing at the Blue Lagoon todo el verano; no serás el único.