Detalles: 20 Buck Spin, que sigue extrayendo a los seres más letales de los rincones más húmedos del Noroeste, invoca de la turbiedad purulenta y pantanosa la repugnante mutación de Cerebral Rot. Como aguas residuales que serpentean por túneles bajo la calle, esta música apesta a vulgaridad y gases corporales nocivos. Embalsamado en un vertedero tóxico analógico, este debut, Odious Descent Into Decay, derrite la piel con brutalidad radiactiva y ráfagas de crueldad punitiva. Su virulento death metal subterráneo brilla con una lluvia radiactiva, con un aire oscuro y podrido por haber permanecido demasiado tiempo en la mesa de la morgue: la piel se desprende y el último aliento de vida resuena aterradoramente en su interior. Una abominación repugnante, el álbum no se basa en tecnicismos excesivos, sino en una violencia física desfiguradora y una sumisión brutal en su búsqueda de la verdadera encarnación de la muerte subterránea, transformándose de una monstruosidad húmeda y distorsionada en otra. Al igual que el miserable caos de formas descompuestas de la portada, la enfermedad séptica de Cerebral Rot apenas comienza a extenderse.