Detalles: Cheater Slicks, el trío implacable de Columbus, Ohio, regresa a In The Red Records de Los Ángeles con el emocionante y musicalmente diverso Ill-Fated Cusses, su primer álbum en ocho años y su primer lanzamiento para el sello en veinte. Esta colección de diez canciones sigue a Piano Tunnels, una colaboración benéfica improvisada y espontánea con el vocalista Bill Gage, a quien la banda conoce desde que el entonces recién formado trío y el grupo del cantante, BILL, trabajaban en la zona de Boston en 1987. Otros músicos se unieron a este disco además de los miembros principales Tom y Dave Shannon y Dana Hatch. Will Foster, quien grabó el disco, se escucha tocando varios teclados y emulaciones de instrumentos MIDI en el disco final. Curiosamente, James Arthur, de Fireworks y The Necessary Evils, fue seleccionado para tocar el bajo, y aparece en todas las canciones del álbum. Cheater Slicks no se había desviado de la fórmula de dos guitarras y batería desde sus inicios en Boston, cuando los bajistas Dina Pearlman, Allen "Alpo" Paulino de The Real Kids y Merle Allin, hermano del famoso GG Allin, rotaban por el grupo. Tras treinta y cinco años en el negocio, tiene tanto sentido catalogar a Cheater Slicks simplemente como una "banda de garage-rock" como llamar a los Rolling Stones una "banda de blues". Ill-Fated Cusses, más que cualquier otro álbum de la discografía del grupo, explora una amplia paleta musical con sus nueve canciones originales y una versión, la cruda balada de asesinato de bar "Cold Dark Night", del ícono del rockabilly de Memphis, Charlie Feathers. Este último capítulo de la saga Cheater Slicks se adentra en un nuevo y estimulante territorio sin sacrificar la inflexible estrategia de sangre y agallas que los ha convertido durante mucho tiempo en una fuerza formidable del rock and roll estadounidense.