Detalles: A algunos músicos les lleva tiempo crear una audiencia y conectar con los fans. Para el cuarteto angelino Dirty Honey, el éxito llegó de inmediato. Lanzado en marzo de 2019, el sencillo debut de la banda, "When I'm Gone", se convirtió en la primera canción de un artista independiente en alcanzar el número 1 en la lista Mainstream Rock de Billboard. Su segundo sencillo, "Rolling 7s", entró en el Top 5 y seguía liderando cuando la COVID lo cambió todo. Ese mismo año, Dirty Honey abrió conciertos de The Who, Guns 'N Roses, Slash y Alter Bridge, y fue la banda imprescindible en importantes festivales de rock como Welcome to Rockville, Rocklahoma, Louder Than Life, Heavy MTL y Epicenter. En su primera gira como cabezas de cartel en Estados Unidos, en enero y febrero de 2020, la banda agotó todas las entradas. Cuando llegó el momento de grabar su álbum debut homónimo, la banda —compuesta por el vocalista Marc LaBelle, el guitarrista John Notto, el bajista Justin Smolian y el baterista Corey Coverstone— no estaba dispuesta a alterar lo que ya funcionaba. En colaboración con el productor Nick DiDia (Rage Against the Machine, Pearl Jam), quien también produjo el EP homónimo de la banda en 2019, Dirty Honey volvió a capturar la dinámica y la energía excepcionales de su sonido en directo. «Como guitarrista, siempre me inspira la búsqueda constante del riff perfecto», afirma Notto. También quería ampliar la declaración artística que ya habíamos hecho. No buscábamos sonar diferente ni demostrar necesariamente nuestro crecimiento. Se trataba más de: '¿Te pareció bien? ¡Aguantadme la cerveza!'". "Gracias a la pandemia", añadió el baterista Coverstone, "tuvimos mucho más tiempo para componer y prepararnos, lo cual fue genial. Significó que pudimos trabajar mucho más en las canciones, y creo que realmente marcó la diferencia". El álbum de Dirty Honey, sin duda, se basa en la producción de la banda hasta la fecha, con una composición impecable que realza sus puntos fuertes: rock'n'roll sexy, bluesero y mordaz, hard rock melódico y blues-rock conmovedor de los 70. En "The Wire", LaBelle reafirma su estatus como uno de los mejores vocalistas del rock contemporáneo, mientras que "Another Last Time" es una balada atrevida y atemporal sobre una relación tóxica de la que uno no puede dejar de despedirse. "Tied Up" y el sencillo principal del álbum, "California Dreamin", ambos presentan solos de guitarra humeantes enmarcados por riffs y ganchos masivos.