Quince años antes de que Stranger Things combinara ciencia ficción, toques spielbergianos y nostalgia ochentera con gran éxito, Richard Kelly sentó las bases —y el punto álgido— con su ópera prima, Donnie Darko. Inicialmente plagada de problemas de distribución, poco a poco encontraría su público y se convertiría en, posiblemente, el primer clásico de culto del nuevo milenio. Donnie es un estudiante de secundaria con problemas: en terapia, propenso al sonambulismo y en posesión de un amigo imaginario, un conejo de dos metros llamado Frank, que le dice que el mundo se acabará en 28 días, 6 horas, 42 minutos y 12 segundos. Durante ese tiempo, navegará por la adolescencia, evitará por poco la muerte en forma de un motor a reacción que cae, seguirá las instrucciones desajustadas de Frank e intentará mantener la continuidad espacio-temporal. Descrita por su director como "El guardián entre el centeno contado por Philip K. Dick", Donnie Darko combina un elenco atractivo y ecléctico —los pre-estrella Jake y Maggie Gyllenhaal, el galán Patrick Swayze, la ex estrella infantil Drew Barrymore, las nominadas al Oscar Mary McDonnell y Katharine Ross, y el favorito de la televisión Noah Wyle— con una evocadora banda sonora de clásicos de los 80 de Echo and the Bunnymen, Tears for Fears y Duran Duran. Esta restauración en 4K de Arrow Films permite que un clásico moderno reciba el tratamiento de vídeo doméstico que merece.