Detalles: El interés de toda la vida del músico escocés experimental/electrónico Drew McDowall por un estilo elegíaco de gaita solista llamado pibroch (ceòl mòr en gaélico) ha inspirado gran parte de su obra anterior (incluidas las legendarias máquinas del tiempo de Coil). Esta forma, tradicionalmente utilizada para lamentos y homenajes a los difuntos, fusiona zumbidos modales con disonancias vibrantes y una melodía lastimera que evoca un ambiente antiguo y solemne. Su último trabajo, "A Thread, Silvered and Trembling", incorpora y transforma estos elementos mediante un procesamiento electrónico exploratorio, tejiendo un tapiz electroacústico de cuerdas, temblores, vacíos y voces, alternativamente incorpóreas y desplazadas. Coproducida con el ingeniero Randall Dunn en Circular Ruin Studios de Brooklyn, las cuatro piezas de la colección capturan a McDowall en su faceta más elevada y elusiva, cautivado por "lo inefable, aquello que se niega a ser expresado". La paleta de McDowall es inusualmente ecléctica, proveniente de un dinámico conjunto orquestal arreglado por Brent Arnold e integrado por violonchelo, viola, violín, arpa (Marilu Donovan de LEYA) y trompa. Entre una electrónica encubierta y una orquestación enigmática, a veces espectralista, el álbum se mueve con una energía hirviente y latente, que culmina en elegantes e inquietantes crescendos. Las dos primeras piezas se inspiran en una liberadora apropiación e inversión de una sombría historia bíblica (y en una críptica y extraña marca británica de sirope simple). El tema inicial, "Out of Strength Comes Sweetness", vibra con un eco corto y pads resonantes, antes de dar paso a la pieza central del álbum: la saga de 14 minutos "And Lions Will Sing with Joy". Una tormenta eléctrica murmurante de cuerdas agudas y drones desorientadores se vuelve gradualmente más oscura y densa, hasta que de repente se abre una grieta en las nubes, revelando voces corales mutadas y un arpa brillante. McDowall describe la canción como "un encantamiento para ayudar a marcar el comienzo de un descanso y un nuevo comienzo". La segunda mitad del disco evoca un profundo animismo salvaje, atravesado por una espiral radiante. "In Wound and Water" se balancea con arpa, cuerdas pulsadas y misteriosas resacas de violonchelo, mientras exuberantes capas de electrónica desorientada flotan en la oscuridad. No hay resolución, solo un tenue gradiente de frágil disipación, que conduce al desgarrador y culminante cierre del álbum, "A Dream of a Cartographic Membrane Dissolves". Voces procesadas (acreditadas en las notas del álbum a "The Ghosts Who Refuse to Rest") se contorsionan, susurran y se reúnen mientras el resto del conjunto se afina, listo para atacar. Y entonces lo hace: grandiosas y trágicas punzadas de cuerdas y trompas que azotan el cielo, asaltándolo con fuerza. Las consecuencias son poéticas e inevitables, como una lluvia de brasas en un mar oscuro. Pero el viaje y la catarsis de A Thread perduran mucho después de su silencio. Como gran parte del multifacético catálogo de McDowall, esta es música de inmanencia y alquimia, en sintonía igual con lo sagrado y lo profano, con la baldosa y el mosaico.