Detalles: Vinilo transparente. Dicen que la primera vez siempre tiene algo especial, y este disco es esa primera vez para Folk Implosion. La banda dejó atrás las guitarras acústicas y el modus operandi fragmentario de sus casetes anteriores para centrarse en una versión excéntrica del arte del estudio casero, sostenido por unos pocos micrófonos baratos (incluido un Radio Shack PZM) y una grabadora de casetes Tascam de 4 pistas, escondida bajo el alero de un apartamento de dos pisos en un tercer piso, en Cambridge, Massachusetts. Los suelos de madera y las luces navideñas formaban parte del ambiente tanto como un amplificador de guitarra Ampeg VT 40 y un pequeño órgano de cuerdas. El dúo esperaba a que el vecino de abajo se fuera a trabajar por la mañana y entonces tocaba hasta que las melodías sonaban como un redoblante agudo. El equipo cerraba justo antes de que el vecino volviera del trabajo, manteniendo la paz el tiempo suficiente para que el proyecto llegara a su fin. Una vez grabado el disco, la banda se coló en los estudios Fort Apache con Tim O'Heir (productor del LP "Bakesale" de Sebadoh) una mañana temprano, aprovechando las sesiones de Sebadoh que iban a comenzar esa tarde. Tim mezcló las canciones con una consola Neve de alta fidelidad en cuestión de horas, con la Tascam colocada justo encima de la gigantesca consola como un remolcador marcando el ritmo de un petrolero. El dúo esperaba que los espíritus de ancestros como The Troggs, Devo, Al Green y The Bee Gees se alegraran del aroma a tributo que surgió de las cenizas de la pira. Hoy, se complacen en volver a ver a los Slaps y a los Sputniks casi 30 años después.