Detalles: La edición remasterizada y ampliada digitalmente incluye cuatro pistas adicionales. Incluye un libreto a todo color de 12 páginas con un ensayo de 3500 palabras, ilustraciones mejoradas y fotos inéditas. Menciona el nombre de Frankie Miller a cualquier músico de una época y su rostro se iluminará de inmediato con su talento para el canto y su posterior influencia en una generación de vocalistas británicos. Dueño de una de las mejores voces de blues de la época, la sombra de Frankie se cernió larga y contundente sobre una multitud de estilos, con suficiente agallas y autoridad para forjarse una reputación de primer nivel. Comparado con Rod Stewart, Paul Rodgers, Terry Reid y Joe Cocker, Frankie rápidamente se labró una reputación insuperable. Originario de Glasgow, el primer roce de Frankie con la fama llegó a través de Jude, un supergrupo que incluía al guitarrista Robin Trower y que inexplicablemente no logró conectar con el público. Sin embargo, fue suficiente impulso para su carrera como para asegurarle un contrato discográfico en solitario con Chrysalis Records y el lanzamiento en 1973 de su álbum debut, Once In A Blue Moon. El disco fue alabado por la crítica y el público, pero inexplicablemente no se vendió en su momento. Como una mezcla de blues duro y R&B crudo, consolidó a Miller como una verdadera fuerza en el rock británico, y la mayoría de los seguidores le predijeron un futuro brillante. El álbum se grabó en el famoso estudio Rockfield en Gales, con el respaldo de los incondicionales del pub rock, el grupo Brinsley Schwarz, y fue producido por su mánager Dave Robinson, quien más tarde formaría Stiff Records. Con arreglos precisos y un acompañamiento instrumental crudo, el álbum se centró en un blues rock terroso, permitiendo que la voz de Miller tomara el protagonismo. También destacó sus habilidades compositivas, forjando una reputación por escribir material que encontraría muchos y exitosos canales a lo largo de los años.