Detalles: Opta por el camino menos transitado, incluso permítete desviarte de él, y podrías encontrar, enterrado entre los helechos, en lo profundo de los árboles, un reluciente monolito modernista. Líquido como un espejo, centelleando bajo el sol que desgrana las hojas, acecha fuera de los caminos trillados de North Yorkshire, Gales del Sur o la A508 que sale de Milton Keynes. O quizás sea todos estos lugares a la vez y ninguno de ellos: una amalgama de los senderos de las Islas Británicas, accesible solo mediante los mapas de la mente. Atendiendo a la llamada del clarinete eléctrico, al canto melodioso de una rana, avanzas crujiendo sobre el suelo del bosque, abres la puerta y te adentras en el verde vigoroso, con los bordes brillando al ascender.