Detalles: Desde sus inicios como miembros de la banda interna del club Venus a principios de los 70, Hailu Mergia y la Walias Band estuvieron a la vanguardia de la revolución musical en una época en la que los instrumentos modernos y los estilos extranjeros sustituyeron la música tradicional para convertirse en el sonido característico de Etiopía. Nadie discutiría que la Walias fue la fuerza pionera de la música etíope moderna. Fueron la primera banda en formarse de forma independiente, sin afiliación a un teatro, club ni hotel; algo sin precedentes y arriesgado, ya que tuvieron que financiar todos sus gastos, incluyendo la compra de equipo. Fueron los primeros en lanzar álbumes instrumentales completos, considerados comercialmente inviables en aquel entonces. Abrieron su propio estudio de grabación, con Melake Gebre y Mahmoud Aman como técnicos durante las sesiones. También fueron la primera banda independiente en realizar giras internacionales. En resumen, fueron los pioneros que todas las bandas intentaron emular; algunas con más éxito que otras. Lo más probable es que cualquier etíope mayor de 35 años que tuviera acceso a la televisión o la radio a principios de los 90 reconociera al instante el sonido de Walias. Lo que no está claro es cuántos identificarían realmente a la banda. Casi no pasaba un día sin escuchar a Walias de fondo en la radio o como acompañamiento en varios programas de televisión. Este álbum "Tezeta", la segunda grabación de la banda, lanzado en 1975, es uno de esos álbumes que han sido imposibles de encontrar durante casi tres décadas. Producido por Awesome Tapes From Africa y remasterizado con maestría por Jessica Thompson, sus versiones únicas y funky de clásicos y canciones populares de la época son tan típicas de Walias, llenas de sabor y evocadoras. El órgano melódico de Hailu, protagonista descaradamente en cada tema, hace accesibles incluso las piezas más complejas. Profundamente cautivador; es un viaje inmersivo a través del recuerdo para aquellos de nosotros que volvemos a familiarizarnos con él, mientras que también es una experiencia cautivadora y gratificante para los oídos nuevos.