Detalles:

El legendario pianista Ivo Pogorelich vuelve a centrar su atención en la música de Frédéric Chopin

Ivo Pogorelich tiene una relación especial con la música para piano del compositor romántico polaco Frédéric Chopin. Después de todo, es a Chopin a quien debe su gran éxito internacional. Cuando, a los 22 años, Pogorelich participó en el Concurso de Piano Chopin de Varsovia en 1980, su excepcional interpretación causó sensación de inmediato. Martha Argerich, miembro del jurado, lo describió como un "genio". Desde entonces, Pogorelich se ha comprometido cada vez más, tanto en grabaciones como en conciertos, con una imagen de Chopin que se aleja del cliché común del brillante y agradable compositor de música de salón. Ahora, Pogorelich vuelve a ofrecer perspectivas completamente nuevas del mundo de Chopin y el alma que reside en su sonido en lo que es, de hecho, su quinto álbum sobre Chopin, pero el primero en más de veinte años. Ha seleccionado obras de la década de 1840, la última década de la vida del maestro polaco. Estas incluyen los Nocturnos op. 48 n.º 1 y op. 62 n.º 2. 2, la Fantasía op. 49 y la tercera y última Sonata para piano de Chopin, op. 58.

Lo que Pogorelich admira en estas obras es la capacidad de Chopin para hacer del piano una puerta al alma: «Chopin nos invita a penetrar en la psicología humana. Es una invitación específica a buscar y explorar continuamente todas las posibilidades que ofrece el piano. Es un proceso continuo que seguirá desafiando a las nuevas generaciones de artistas en el futuro».

El pianista croata traza un camino en este recital que comienza con la forma pequeña, continúa con la brillante Fantasía y finalmente alcanza la forma sonata a gran escala en cuatro movimientos. En manos de Pogorelich, a pesar de su mágico lirismo, los dos Nocturnos poseen una cautivadora sensación de tensión y dramatismo. La Fantasía en fa menor, op. 49, está marcada por una atmósfera sombría y conflictiva, pero al mismo tiempo refleja la habilidad improvisadora por la que Chopin fue célebre. Con la Sonata para piano n.º 3 en si menor, op. 58, el compositor no solo se despide de este género, con toda su rica tradición. La obra también demuestra su esfuerzo por crear un nuevo tipo de sonata. Y con Ivo Pogorelich, esta obra para piano, ampliamente interpretada y popular, se transforma en un emocionante encuentro con Frédéric Chopin.

POGORELICH CHOPIN