Detalles: Prensado en vinilo. Jamila Woods posee una voz y una sensibilidad lírica que trascienden generaciones, por lo que tiene sentido contar con este álbum exuberante y complejo que oscila fluidamente entre una estética sonora y otra. Este fue el caso de HEAVN (2016), donde Woods mostró esperanza y exploración, buscando en los límites de la resiliencia y el agotamiento algunas dosis de alegría. Su nuevo álbum, Legacy! Legacy!, es la conclusión lógica de esa búsqueda. Desde el etéreo boom-bap de "Giovanni" hasta las florituras psicodélicas de "Sonia", el instrumento que une los hilos musicales es la capacidad de Woods para encontrar su espacio en las olas de la instrumentación, estirando sílabas y vocales sobre la armonía del ruido hasta que cada pieza del rompecabezas encuentra su lugar. La naturaleza caprichosa y maleable de las delicias sonoras también abre un camino para que los colaboradores prosperen: los brillantes flowes de Nitty Scott en "Sonia" y Saba en "Basquiat", o el florecimiento de los instrumentos de viento de Nico Segal en "Baldwin". Más que simplemente dar títulos a las canciones con los nombres de íconos históricos negros y latinos de la literatura, el arte y la música, Jamila Woods construye un monumento sonoro y lírico a las diversas maneras en que estos íconos intentaron trascender los márgenes que un país les había asignado.